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Carles Llorens: "El éxito de las tecnologías es la simplicidad"

  • Alina, Naila i Anna
  • 7 may 2019
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 11 may 2019

Las tecnologías han sufrido grandes cambios a lo largo de los años hasta el punto de constituir durante este último periodo una gran revolución tecnológica que ha provocado grandes cambios sociales en la manera de hacer de nuestras sociedades. Por esta razón, expertos como Carles Llorens, licenciado en Ciencias de la Información y Doctor en Comunicación Audiovisual, han estudiado desde hace tiempo cuáles han sido los cambios y qué consecuencias, a corto y largo plazo, han provocado las tecnologías en la estructura interna del sistema social internacional.


¿Con qué 3 características describirías las nuevas tecnologías?

Estamos hablando de características muy importantes, como son la movilidad, porque llevas la tecnología encima. Esto implica otra característica, y es que los nuevos aparatos son individuales, como los relojes o les teléfonos inteligentes. Y por último, la potencia. Las novedades que se presentan tienen una potencia que desborda lo que podríamos considerar como un objeto que es razonable. Actualmente tenemos unos teléfonos que tienen una gran potencia de cálculo y multiplicidad de funcionalidades, que llega a superar a los ordenadores de hace 40 años. En ese sentido, destacaría estas tres características: son individuales, tienen mucha potencia y son móviles.


¿Hay elementos digitales que tienen un público más fiel y extenso que otros?

Este hecho pasa con todo, es decir, siempre hay aparatos que son muy universales y otros que son más especializados. También podemos encontrar un término medio. Por ejemplo, la mayoría tenemos un smartphone, pero no todos tenemos tabletas, y aún son menos los que presentan relojes inteligentes. Puede que esto se explique debido a que el reloj ha quedado reducido a sectores más especializados de la sociedad, como deportistas, a la gente que se cuida constantemente de su salud, etc… En cambio, el móvil inteligente es una navaja suiza que nos permite hacer de todo y a todos. Además, son fáciles de utilizar y no se necesita de nada más. Las tabletas, por otro lado, son un intermedio entre los ordenadores y los teléfonos, y han quedado con ciertos usos pero que no se hacen necesarias para todo el mundo.


"Las tres características de las nuevas tecnologías que destacaría es que son individuales, tienen mucha potencia y son móviles"


¿Cuál es la causa de apostar por aparatos electrónicos que tienen tantas funcionalidades, des del punto de vista del creador?

La causa principal es buscar el beneficio. Intentan crear aparatos para que la gente las utilice, y además ganar dinero. Hay una necesidad básica que es la de obtener un rendimiento económico de unas horas de trabajo, y eso es una cosa de la cual no podemos desfallecer. Pero también es muy importante la idea de cambiar el mundo, la sociedad, a través de estos aparatos tecnológicos. Hay una idea que comparten con los creadores audiovisuales, que es la satisfacción por la obra creada. Han hecho aparatos que han cambiado la manera de funcionar de una sociedad o de civilizaciones. Presentan varias necesidades que están un poco mezcladas: la económica, que es la más básica, pero también aparecería la de querer cambiar el mundo y crear un impacto, que es importante.


"La sociedad cada vez es más social, está más interconectada". Fuente propia

¿Y no se obtendría mayor beneficio creando aparatos con una única funcionalidad?

Podríamos decir que sí. El factor de éxito de las tecnologías es la simplicidad; cuanta más complejidad, menos éxito tiene una tecnología. Actualmente lo que se tiene es un único dispositivo que funciona más o menos igual que un conjunto de aparatos por separado. Asimismo, las aplicaciones también incentivan que se encuentren funcionalidades diferentes en un solo lugar. La curva de aprendizaje es muy rápida y la simplicidad es un plus. Esto es una cuestión que en cualquier tecnología es básica para que consiga triunfar. Y el éxito del teléfono móvil se explica por esto, en gran parte. Además de por la simplicidad, un factor importante es el poder integrar todas las funciones en un aparato, gracias al software. Las diferentes aplicaciones, tales como la linterna, brújula, etc… se deben a este factor. Es verdad que detrás hay una maquinaria que lo hace funcionar y unos chips, pero la importancia se encuentra en que sobre todas esto puedes poner cualquier cosa que te lo convertirá en una cartografía, un lugar de venta o relación, etc, en muchas funciones gracias a las aplicaciones. Es gracias a todo este programario que puedes convertir un teléfono en lo que tú quieras.


¿El mercado de la tecnología es competitivo? ¿O todas las marcas presentan en sus productos las mismas funcionalidades?

El mercado tecnológico es bastante competitivo porque se mueve mucho dinero. La sociedad gasta mucho en teléfonos, televisores, ordenadores, etc… Hay mucho dinero de por medio y muchas más empresas que quieren hacerse con éste, por tanto, es muy competitivo. Ahora bien, la competitividad implica, precisamente, que haya ciertas diferencias. Por esa misma razón las empresas siempre están buscando diferencias, otra cosa es que tengan éxito o no, pero todos la buscan. Las empresas siempre intentan cambiar un poco, lo que pasa es que es muy complicado causar un efecto de verdad. Por una característica un poco mejor que los demás los compradores no cambian de marca o es muy difícil.

Carles Llorens después de la entrevista. Fuente propia

¿La tecnología debería estar destinada a todos o se debería abstener a algunos sectores?

En teoría, se debería extender a todo el mundo, todos deberían disfrutar de herramientas y dispositivos que hacen la vida más agradable y cómoda. Lo que pasa es que se debe considerar cuál es el coste de hacer llegar la tecnología al máximo de personas posible. En ocasiones, el país no se lo puede permitir porque no hay suficientes impuestos. Quizá, lo más práctico es formar a la gente en competencias digitales y crear unos puntos, como las bibliotecas, para poder acceder a la conexión de internet y más servicios tecnológicos.


Cada vez hay más aplicaciones que permiten realizar tareas cotidianas, ¿esto puede tener consecuencias sobre los servicios físicos?

Seguro que alguno sí, sobretodo aspectos muy rutinarios. De hecho ya lo hacemos: antes si queríamos saber un numero de telefono íbamos a la guia telefonica, en cambio, ahora le decimos a Siri que nos busque un restaurante cerca y lo hace. Esto acabará pasando. Todas las tareas que son más repetitivas no hay duda de que tiraran adelante poco a poco. Sufrirán errores, avances y retrocesos, es decir, no se producirá un proceso lineal. Pero lo que está claro es que es imparable. Por tanto, seguro que desaparecerán trabajos y tareas que serán sustituidas por el teléfono. Además, lo estamos viviendo: la identificación de imágenes aporta que éstas se puedan buscar rápidamente. Este proceso acabará con los documentalistas, desaparecerán o quedarán muy pocos, que sabrán cómo enseñar a las máquinas sobre el objeto que documentar, pero nada más. El reto es saber si esto afectará también al grueso de las tareas manuales y si, además, los nuevos trabajos que surgen de todo el proceso compensan los que se pierden por el otro lado. La gran incógnita se encuentra aquí.

Hay gente que dice que esta revolución es como las otras y que ocurrirá lo mismo que pasó con la aparición del petróleo, cuando desaparecieron las tareas de carros y caballos y surgieron los talleres de automoción y las gasolineras. Por otra parte, hay sectores que afirman que la revolución no es tan fuerte y que no habrá suficiente trabajo como para reponer todas las tareas para aquellos que las pierdan a causa de las máquinas. Si llegara a producirse la revolución implicaría cambios sociales muy importantes, por tanto, habrá trabajos, no todos, que cambiarán.

Carles Llorens con la entrevistadora, Naila Fernández. Fuente propia.

¿Se podría llegar a cumplir el pronóstico de Spielberg, en el que veremos todo a través de la realidad virtual y de las pantallas?

No, porque a los seres humanos nos gusta evadirnos, es una cuestión de psicología humana. Nos gusta experimentar cosas nuevas y diferentes, que nos entretengan y nos evadan pero el ser humano tiene dos necesidades: el contacto con la gente y vivir una vida física.

La realidad virtual será para una ocasión puntual, como por ejemplo para hacer un scape room o para practicar una operación compleja a distancia.

Esto se da porque los humanos somos más sencillos de lo que nos pensamos y la tecnología no nos convertirá en ciborgs. Es cierto que las personas con tetraplejias utilizarán esta tecnología artificial, pero también será en casos puntuales. Por lo tanto, veremos ciborgs pero no estaremos rodeados de robots.


Nos contaba la necesidad de los humanos de estar conectados, ¿cómo cree que las redes sociales y la tecnología consiguen atrapar al usuario?

Cuando aparecen la mayoría de inventos, al principio el usuario no es consciente de que necesita ese producto, pero en verlo en funcionamiento en otras personas, los famosos early adopters, ven que puede ser interesante. Por tanto, no hay una necesidad explícita, no hay una demanda para ese objeto, pero los usuarios lo ven en funcionamiento y se interesan por él.

Hay dos maneras de intentar conseguir atraer al usuario, con un plan de marketing fuerte, donde se consiga vender el producto de forma muy atractiva, o con una decisión gubernamental, como prohibir las tecnologías antiguas y contaminantes.


"El ser humano tiene dos necesidades: el contacto con la gente y vivir una vida física"


En cuanto a la problemática de la privacidad, ¿cómo ha cambiado y ha afectado la nueva política de privacidad, sobretodo para los usuarios en las redes sociales y las plataformas digitales?

Mantener la privacidad cada vez será más complicado, los nuevos artilugios tecnológicos nos hacen un seguimiento de lo que hacemos, dónde vamos o con quién. La privacidad, que antes era bastante protegible, ahora ha desaparecido. Es muy fácil seguir el rastro de un usuario en internet, así la página web correspondiente nos mostrará los productos que nos interesen y hayamos buscado antes. Pasará lo mismo con las cámaras de vigilancia y todo lo que envuelve la identificación facial. Si alguien consigue mantener su privacidad será una excepción, casi un lujo.

En Europa, la privacidad está más protegida que en Estados Unidos, ya en muchas plataformas se deben aceptar un seguido de requisitos, conocidos como cookies. En estos casos, estás ganando un nivel de privacidad alto, pero se pierden unos servicios gratuitos, que de hecho no lo son, sino que se pagan con los datos personales que cedemos.  A cambio de ceder nuestra información obtenemos productos muy adecuados a lo que buscamos y a un buen precio.

Hay informáticos que han intentado evitar que los sigan utilizando navegadores muy seguros, pero es muy complicado no dejar un rastro. Para conseguirlo deberías dejar de utilizar según qué rastreadores web, llegar a ser un buen hacker.


Aunque cedamos algunos datos, el usuario intenta buscar la protección de datos y tener privacidad, ¿esto fomenta el individualismo?

Sí, nosotros somos seres humanos que tenemos una necesidad muy fuerte de ser sociales, formar parte de una comunidad, y de ser individuales, como tener nuestros hobbies personales, pero las dos acciones son complementarias, no competitivas.

En mi opinión, no es que seamos más individualistas, sino que todos necesitamos decidir sobre nuestro individuo, tener poder de decisión sobre nuestras acciones. Por tanto, la privacidad tiene que ser personal, no impuesta por alguien o algo, aunque técnicamente es complicado.


"Los nuevos artilugios tecnológicos nos hacen un seguimiento de lo que hacemos, dónde vamos o con quién"


¿La sociedad está cada vez más aislada o realmente es una sensación que tenemos al tener los teléfonos o hablar a través de las redes?

La sociedad cada vez es más social, está más interconectada. Los seres humanos estamos más pendientes de los teléfonos y nos paseamos con el móvil en la mano, pero es porque estamos comunicando con alguien. Estamos escribiendo en Whatsapp, leyendo un artículo de un diario, mirando las facturas del banco…

En algunos casos se prefiere la comunicación vía móvil que compartir un momento en el mismo lugar y al mismo tiempo, ya que nos resulta más práctico. Por ese motivo, actualmente estamos más conectados, pero no físicamente, sino de manera mediada. Estamos interconectados, puede que de manera excesiva, sin embargo no se trata de una actitud individualista.



Pese a los posibles aspectos negativos que se puedan derivar de las tecnologías, es evidente que éstas han permitido que se establezcan interconexiones entre gran parte de la población internacional, permitiendo así la creación de grandes proyectos a partir de una participación colectiva. Aún así, las personas son seres sociales y no pueden dedicar todo el tiempo a las tecnologías.



Alina Bussif, Naila Fernández y Anna Vidal




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